¿Por qué un blog?

Como profesora de Religión en un centro público de enseñanza secundaria, me ocurren muchas cosas a diario en mi trabajo. A veces, sólo por ser profesora, otras veces por se la de Religión.
Son muchas las ocasiones en las que necesito gritar, desahogarme y contar las injusticias, las tontunas, los atropellos que sufro en mi día a día. Pero lo voy a hacer en un cubo, para poder más tarde reciclar mis propias experiencias.
Quiero sentirme libre y no quiero ofender a nadie, por ello no citaré datos que identifiquen al centro, compañeros o alumnos.
Sólo quiero compartir lo que pienso y lo que siento, casi ni necesito que me lea nadie.
Pido a Jesús, por medio de María, su santísima madre, que me dé las luces necesarias para poder expresarme con valentía, equidad, justicia, y humildad.
Pero no descarto que, en algún momento, mis sentimientos afloren tal cual los vivo.

miércoles, 14 de marzo de 2012

Me ha pasado: CUANDO COBRÉ LA DIETA

"Esto es historia", me dijo el Secretario. "No se volverán a pagar más dietas de estas. Sé que para ti es importante realizar este tipo de viajes, pero  para el próximo curso vamos a poner una NORMA que impida este gasto" (cuando dice vamos, se refiere al equipo directivo; y cuando dice norma, se refiere a prácticamente lo único que saben hacer).

Y se quedó tan pancho.

Y mientras firmaba el recibo del talón bancario, me suelta: "Ala, ya te puedes ir de vacaciones".

Y se quedó tan pancho.

Y yo no supe qué responder en el momento.

Pero al rato ya estaba indignadísima. Porque una cosa es que te digan que la cosa está mala y que el Centro no puede asumir tal o cual gasto. Y otra muy distinta es que te den tu dieta como si fuera algo inmerecido, como si yo me estuviera enriqueciendo a base de dietas y más dietas. Se lo conté inmediatamente a mis compañeros de viaje.

A los dos días, uno de ellos fue a cobrar la dieta. Esta vez, el comentario fue aún más hiriente: "Ala, ya te puedes volver a ir de vacaciones". Esta frase indica que el profesor ya ha ido de vacaciones. O sea, se entiende que durante la actividad extraescolar:

- No ha estado trabajando durante 5 días con un numeroso grupo de alumnos, sino que ha aprovechado la circunstancia para tomarse unas vacaciones.
- No hemos cuidado de ellos en la calle, en el bus, en el aeropuerto.
- No hemos estado pendientes de sus pequeñas dolencias (un dolor de barriga o de cabeza).
- No hemos contado mil y una veces al grupo para comprobar que estaban todos.
- No hemos  cruzado Roma de punta a punta para buscar un bolso perdido.
- No hemos estado las noches en vela, cuidando de que no se desmadren y dejen descansar a otras personas.
- No hemos explicado y enseñado aquellos monumentos y lugares de interés visitados.
- No hemos sido sus consejeros y confidentes por momentos.
- No...

Gracias a Dios, le contestó oportunamente: "Mira, Secretario, con esto que me das no tengo ni para empezar unas vacaciones. Y mucho menos, cuando le descuente lo que me he gastado en comer y cenar durante estos días, que ni sé ahora mismo cuánto ha sido, ni te interesa".



Concluyendo: El problema para mí no es el dinero. Podríamos renunciar, incluso, a una dieta estipulada por ley. A veces pienso que podría renunciar a cualquier compensación económica por este tipo de trabajo. Porque, NO SIENDO UNAS VACACIONES, disfruto mucho de mi trabajo con los jóvenes. Disfruto enseñando lugares, historias, curiosidades. Son cosas de ser profe por vocación.

El problema está en cómo te ve un compañero, que parece que piensa que soy una "aprovechada". El problema está en que no reconozcan tu trabajo y tu esfuerzo. El problema está en que no se den cuenta de que una actividad como esta beneficia notablemente a los alumnos y, por ende, al Centro. El problema está en no plantear la cuestión unos meses antes. El problema está en no plantear un acuerdo a tiempo (sé que en otros centros se llega a acuerdos económicos como, por ejemplo, pagar media dieta). El problema está en no saber abordar este asunto como si fuéramos adultos y terminar imponiendo una norma. Pues lo que se vislumbra es que para el curso próximo habrá una NORMA que regule esta cuestión.

Y este sí que es uno de los gravísimos problemas que sufrimos en mi Centro: imponer normas para todo. Pero de esto hablaremos otro día.

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