¿Por qué un blog?

Como profesora de Religión en un centro público de enseñanza secundaria, me ocurren muchas cosas a diario en mi trabajo. A veces, sólo por ser profesora, otras veces por se la de Religión.
Son muchas las ocasiones en las que necesito gritar, desahogarme y contar las injusticias, las tontunas, los atropellos que sufro en mi día a día. Pero lo voy a hacer en un cubo, para poder más tarde reciclar mis propias experiencias.
Quiero sentirme libre y no quiero ofender a nadie, por ello no citaré datos que identifiquen al centro, compañeros o alumnos.
Sólo quiero compartir lo que pienso y lo que siento, casi ni necesito que me lea nadie.
Pido a Jesús, por medio de María, su santísima madre, que me dé las luces necesarias para poder expresarme con valentía, equidad, justicia, y humildad.
Pero no descarto que, en algún momento, mis sentimientos afloren tal cual los vivo.

martes, 22 de mayo de 2012

Huelga en la enseñanza




Contra los recortes, sí.

Y a favor de la escuela pública, también. Pero a favor de una escuela donde todos tengamos cabida. La clase de Religión también. Y sin persecuciones ideológicas.

Me pregunta una compañera por qué hago la huelga y en qué me afectan a mí las medidas del gobierno. Pues mira, POR SOLIDARIDAD.

Porque yo llevo años "recortada". Yo sé lo que es que te echen en junio y que no sepas si te van a contratar en septiembre. Y, si lo hacen, por cuántas horas. No sabes si vas a trabajar. No sabes cuánto vas a cobrar.

Yo sé lo que es que te contraten el 15 o el 20 de septiembre para ahorrarse sueldo y seguridad social. Pero, eso sí, yendo a trabajar desde el día 1 del mismo mes, por responsabilidad.

La ratio: ¡Pero si yo ya tengo treintaytantos en clase! Porque me agrupan los cursos sin piedad. Yo sé lo que es tener un grupo a 34 y que cuando vas a protestar te quiten a un alumno, y ese niño injustamente y contra sus derechos constitucionales se quede sin clase de religión.

Yo sé lo que es tener un grupo numeroso con varios chicos que necesitan atención individualizada y que no des abasto. Porque atender a unos significa desatender a otros, irremediablemente.  Y sé, como saben todos mis compañeros, que un grupo más pequeño funciona mejor, trabaja mejor y avanza mejor. Pienso que lo único en lo que no se debería recortar nunca es en profesorado. Podemos tener menos ordenadores, menos pizarras digitales, menos actividades... Pero nunca deberíamos tener menos profesores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario